Durante la sesión del pasado miércoles con la profesora Luz Valencia me he podido dar cuenta de lo "fácil" que puede llegar a ser que los alumnos participen sin importar lo numerosa que sea la clase. Siempre existe alguna manera de conseguir que todos colaboren al menos una vez durante toda la hora.
Cada día me asombra más todo el material que utilizan; las fichas con imágenes, vídeos, listas de preguntas nada cotidianas, objetos reales... son cosas que consideran imprescindibles para llevar a cabo sus clases de inglés. Gracias a esto he conseguido llegar a la conclusión de que cualquier actividad, enfocada de una u otra manera, puede servir para practicar la expresión oral, el vocabulario o incluso la gramática sin necesidad de seguir una regla del libro de texto.
Como amante de las manualidades que soy, estoy deseando tener tiempo libre para poder crear material útil para mis clases particulares y comprobar en persona el resultado que dan en base al aprendizaje del alumno.
La razón de que la mayoría de los elementos que usen sean analógicos es porque nunca se sabe si la tecnología nos va a dejar tirados en el momento menos pensado, y es cierto. Seguro que más de uno de los que leen estas líneas, cuando preparan una presentación piensan en la posibilidad de que el ordenador o el proyector no funcionen ese día y tengan que ingeniárselas para mostrar todo el trabajo que han hecho sin usar los medios digitales. Pues al igual que eso nos pasa a nosotros como alumnos de universidad, en la misma posición se ven los docentes cuando preparan una clase con elementos que están fuera de nuestro control.
Creo que con estas clases estoy aprendiendo a tener muchas cosas en cuenta, a prepararme psicológicamente para las prácticas que se avecinan y a mejorar mis métodos de enseñanza.
Espero que las siguientes sesiones sigan la misma línea práctica y pueda seguir disfrutando de ellas como hasta ahora.
Que sorte que seas boa en manualidades, pódeslle sacar moito partido á túa habilidade.
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